El consumo de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes es una de las causas más habituales de accidentes automovilísticos en todo el mundo, por disminuir notablemente las capacidades de reacción del conductor, al alterar su percepción, lo que supone un mayor riesgo para sí mismo y las demás personas presentes en la carretera.
Es importante mencionar que los conductores que circulan bajo la influencia de bebidas alcohólicas o psicotrópicos en España son cada vez más jóvenes, incluso varios estudios aseguran que más del 40 por ciento de los conductores locales reconocen haber manejado por lo menos una vez después de haber consumido bebidas alcohólicas.
Al mismo tiempo, dicha problemática resulta sumamente alarmante para la mayoría de autoridades y organismos gubernamentales en Almería, ya que varios estudios sugieren que más del 29% de los conductores implicados en accidentes automovilísticos han consumido previamente bebidas alcohólicas, mientras que en peatones el índice es del 21%.
Al momento de ocurrir un accidente o siniestro que involucre un conductor bajo la influencia del alcohol pueden surgir diversos casos con diferentes consecuencias legales y penales, así que es fundamental contratar los servicios de un abogado accidentes de tráfico, para atender apropiadamente este tipo de inconvenientes, estas son algunas de las opciones más frecuentes.
En este caso, el conductor responsable del accidente, deberá asumir por completo la culpa del siniestro y enfrentar cualquier sanción o penal dependiendo de su gravedad, así mismo las personas involucradas tendrán
derecho a reclamar una indemnización accidente de tráfico por los daños personales y materiales ocasionados.
Cuando el conductor borracho e indemnización no es el responsable del accidente automovilístico, tiene la posibilidad de reclamar una indemnización por daño al ser el perjudicado, sin embargo, existe la responsabilidad de que reciba una sanción por transgredir la legislación española de tránsito pese a no tener la culpa del siniestro ocurrido.
Si el conductor responsable del siniestro se encuentra bajo la influencia de bebidas alcohólicas, perderá automáticamente el derecho de reclamar cualquier tipo de indemnización por daño, así mismo su seguro deberá hacerse responsable de pagar el capital correspondiente al accidente, no obstante, es posible que la entidad aseguradora cobre posteriormente dicho capital.
Aunque los casos anteriormente mencionados pueden variar significativamente según su complejidad, lo cierto es que al momento de atender este tipo de situaciones es indispensable contar con el apoyo de un bufete de abogados especialistas en accidentes de tráfico en Almería, para defender los derechos del conductor por encima de los intereses de la empresa aseguradora.
Según el tipo de conductor, la legislación española de tránsito establece límites específicos para los niveles máximos de alcoholemia en sangre, así que es fundamental conocer las tasas máximas para prevenir cualquier sanción legal o penal, estas son las categorías establecidas por la Dirección General de Tránsito.
Para los conductores con poco tiempo de experiencia la tasa máxima de alcoholemia en sangre es de 0.3 miligramos por litro, y el límite por litro de aire espirado es de 0,15 miligramos, durante los primeros años de haber obtenido su licencia de conducir.
En el caso de los conductores con más de dos años de experiencia al volante, desde la emisión de su licencia de conducir, el límite permitido para poder manejar es de 0,5 mililitros de alcohol por litro de sangre o 0,25 mililitros de alcohol por litro de aire espirado.
Según lo establecido en la legislación española de tránsito, los ciclistas cuentan con los mismos límites de alcohol por litro de sangre y por litro de aire espirado que los conductores regulados (0,5 mililitros y 0,25 mililitros respectivamente).
Tanto para los conductores de vehículos empleados para el transporte público, como para los conductores de transporte de mercancías, la tasa máxima de alcoholemia en sangre es de 0,3 mililitros por litro, y en litro de aire espirado es de 0,15 mililitros.