Mucha gente confunde los términos de accidente de trabajo y enfermedad profesional, por ello es importante conocer la diferencia entre ellos ya que tienen características y contextos muy distintos.
Hablaremos de las diferencias, pero también sobre los distintos tipos de accidentes de trabajo y los distintos puntos que constituyen un accidente laboral y no laboral.
Se considera accidente de trabajo cualquier lesión corporal que sufre un trabajador a consecuencia del trabajo que realiza por cuenta ajena.
Este tipo de accidente puede ocurrir en varias situaciones relacionadas con el entorno laboral.
Es importante tener en cuenta que para que se considere accidente de trabajo debe existir una relación directa entre la lesión sufrida y las actividades laborales del trabajador.
Se considera accidente in itinere cuando el trabajador sufre daños al ir o al volver del trabajo. Por ejemplo, un accidente de trabajo de este tipo sería cuando el trabajador sufre un accidente de tráfico yendo al trabajo.
En este post presentamos más información sobre los accidentes in itinere.
Cualquier lesión que ocurra mientras el trabajador esté haciendo sus tareas habituales se considerará accidente de trabajo. Por ejemplo, una caída en el lugar de trabajo o una quemadura cocinando.
Se da cuando el trabajador sufre algún accidente mientras realiza alguna tarea para la empresa, como por ejemplo un accidente de trabajo en un viaje de negocios.
Estas lesiones se dan cuando ocurren en actividades organizadas por la empresa, como por ejemplo en eventos de formación o talleres.
La principal diferencia es la naturaleza del suceso. Mientras que un accidente de trabajo es un evento inesperado que ocurre en un momento específico, una enfermedad profesional es una condición de salud que surge de manera progresiva.
La causa también es una disimilitud entre estas dos definiciones, ya que el accidente de trabajo se diagnostica de inmediato y es evidente, mientras que la enfermedad profesional puede ser más difícil de diagnosticar y muchas veces su causa no es tan directa. Además, no siempre es fácil demostrar una causa directa entre la enfermedad que la persona tiene y el trabajo en el que ha estado.
Una diferencia importante es la compensación y gestión. Mientras que en el accidente de trabajo la compensación suele ser más directa y rápida, en los casos de enfermedad profesional es más lenta por las pruebas que se necesitan y porque tienen que pasar por más procesos y comprobaciones.
Tener contratada una mutua es de vital importancia para cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector.
Además de que es un requisito fundamental para proteger a los empleados, sirve también para cumplir con la legislación vigente.
Sí, en España es obligatorio que las empresas tengan una mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales contratada. Esta obligación está establecida en la legislación laboral y de la seguridad social española.
Los reconocimientos médicos en las empresas tienen como objetivo evaluar la aptitud física y mental de los trabajadores. De esta manera, se aseguran de que los trabajadores puedan desempeñar su trabajo de manera segura y poder prevenir riesgos laborales.
Algunas de las pruebas más habituales en los reconocimientos médicos laborales son: examen médico general, un examen físico, análisis de orina y sangre… Sin olvidar los aspectos mentales con una evaluación de salud mental.
La empresa es protagonista a la hora de hablar sobre reconocimientos médicos laborales, ya que es su deber organizar y coordinar estos reconocimientos, además de garantizar que se contrate a un personal cualificado en el mundo de la salud.
A la hora de conocer las diferencias, es importante saber qué es un accidente de trabajo y qué es un accidente no laboral.
El accidente laboral es aquel que ocurre de manera inesperada en el entorno de trabajo, mientras que el no laboral es aquel que ocurre fuera de este entorno y tiempo.
Los accidentes de trabajo están cubiertos por la mutua de accidentes de trabajo, mientras que los accidentes no laborales están cubiertos por el sistema general de la Seguridad Social.
En el primer caso, el empleador tiene la obligación de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, mientras que en el no laboral, el empleador no tiene responsabilidad directa sobre este tipo de accidentes.
Profundizando sobre este último caso, el empleador no tiene responsabilidad legal para cubrir gastos o compensar al trabajador por este tema de accidentes, ya que no está relacionado con una actividad laboral. La principal obligación del empleador en este tipo de accidentes es seguir las políticas de empresa respecto a estas situaciones.
Como conclusión general, los accidentes laborales son aquellos que ocurren de manera repentina en el horario de trabajo mientras que las enfermedades laborales son las que afectan de manera progresiva a la salud del trabajador.
Es fundamental tener una mutua contratada en cada empresa y conocer las distintas variaciones dentro de las enfermedades profesionales y accidentes laborales.
Si quieres hablar de tu caso en concreto o saber más información al respecto, no dudes en contactar con nuestro bufete, él cual está especializado en asesoramiento legal de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.